Hola.


Mi historia


Me siento artista desde que nací, siempre lo tuve claro, así que enfoqué todos mis esfuerzos en conseguir este objetivo. Me formé oficialmente en cerámica e ilustración aunque mi formación no oficial se extiende hasta el infinito.

Aunque contaba con todas estas herramientas, me sentía insuficiente y el famoso “síndrome del impostor” se convirtió en un compañero fiel. Mi desarrollo profesional era lento y agotador, me sentía totalmente limitada y tenía muchas dificultades para crecer profesionalmente, algo que me ocasionaba ansiedad constantemente. Me sentía muy pequeña y frágil, vivía muchos momentos sumida en un círculo vicioso de inseguridades, miedos, angustia y un largo etc… Recuerdo un día en el que estaba exhausta y pensé “rendirse no puede ser la única opción”. Si todo lo que había intentado no funcionaba, tenía que haber algo que se me había escapado y estaba totalmente decidida a encontrarlo.

No creo en dogmas. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer ni cómo tengo que hacerlo y por eso no soy menos válida que otras personas. Tenía que encontrar la manera de hacer las cosas fuera de lo establecido, la mía, que no la hubiera encontrado hasta ese momento no significaba que no existiera. Decidí comenzar a investigar el único camino que todavía no había explorado, el de la espiritualidad. Tenía muchos prejuicios acerca de este tema, de hecho, me encontraba justo en el lado opuesto. Para mí, lo único que existía era aquello que podía ver o tocar y lo demás eran cuentos chinos para manipular a la gente. Empecé leyendo, viendo charlas en internet y probando diversas terapias. Pero lo que encontraba y recibía estaba enfocado hacia un poder externo, se necesitaba que “algo” me ayudara. Una vez más, decepción.

Decidí probar a formarme para autogestionarme y no depender de nada externo y comencé por Reiki, pero no acababa de sentirme cómoda con esa herramienta, posteriormente me formé en registros akáshicos dónde descubrí la manera de comunicarme con mi “yo superior”, esa parte de cada una de nosotras que se encuentra en un lugar mucho más elevado frecuencialmente, algo así como ser mi propia Diosa. La idea de poder autogestionarme con más sabiduría me empezaba a gustar. Aprendí a canalizar información desde esa parte sabia que me brindaba la oportunidad de sanar aquellas partes de mí que necesitaban equilibrarse o limpiarse y eliminar todo aquello que me estaba obstaculizando, limitando e impidiendo mi desarrollo… Y mi vida comenzó a cambiar.

Todo este proceso que ha durado años, me ha permitido crear y empezar a recorrer una nueva vida y camino profesional más acorde a mis intereses y necesidades. Ahora me siento en la calma, plena y feliz. Es ahora, con todo ese aprendizaje, cuando he decidido que además de ser artista, quiero ayudar a otras personas que están viviendo situaciones parecidas. Personas que tienen ganas de crecer pero sienten que hay “algo” que no funciona, que se sienten limitadas, agotadas, que necesitan ayuda para superar las piedras que se encuentran en su camino tanto personal como profesional pero no saben cómo. Porque a mí me hubiera gustado recorrer este camino con alguien que me hubiese ayudado y me hubiese acompañado en él.

 

Mi visión


Imagino y deseo un mundo en el que las personas artistas y creativas puedan disfrutar y desarrollarse plenamente personal y profesionalmente, sin techos de cristal, que aunque sean invisibles duelen mucho.

 

Sobre mi


Me puedes encontrar en una playa solitaria recogiendo agua de mar, explorando bosques, en busca de tesoros en una librería pequeña y bonita, en alguna tienda diminuta de bellas artes comprando acuarelas, papel, goma y lápiz para poder pintar cerca de una chimenea calentita.

Actualmente vivo al norte del norte, en Santander, España, aunque próximamente mi localización irá fluctuando según me dicte el corazón, pero eso para ti no cambiará nada porque nuestros encuentros serán online.